¿Cuántos correos bombardean vuestra bandeja de entrada diariamente que no os interesan en absoluto? ¿Cuántos de esos correos, que supongo que formen parte de una estrategia de email marketing, van directamente a la papelera leer ni una palabra por ser la definición estricta de spam? Seguro que muchos, ¿verdad?

Un correo que va a la papelera sin leer es, por una parte, un fracaso de quien la envía y, por otra parte, una molestia para quien lo recibe. Si pensamos en el email marketing como una forma eficaz de conectar con los suscriptores, enviándoles contenidos de acuerdo a sus intereses, ofertas o promociones especiales que podrían interesarle, podemos catalogar estos envíos de mails fallidos o spam como “Anti- email marketing”.

3 rasgos fundamentales del spam o anti email marketing

No lo has solicitado

En mi opinión, es el rasgo fundamental de todo buen correo de spam y una garantía de éxito si tu objetivo es fracasar con tu campaña y practicar auténtico Anti email marketing. El recibir correos promocionales que no has solicitado y la inclusión de tu mail en listas para enviar mails masivos, además de ser ilegal, es una forma extraordinaria de conseguir que el usuario llegue a odiar tu marca.

Estoy seguro de que recibís decenas de emails al mes de tiendas online que os envían chollos que quizás interesen a otros, pero a vosotros no y, como tal, nunca habéis solicitado el recibirlos.

Conseguir suscriptores para tu newsletter no es fácil. Requiere de tiempo, esfuerzo y un conocimiento exhaustivo del público objetivo.

No te interesa

Lógicamente, unido al factor anterior. Si no lo has solicitado es porque no te interesa lo suficiente como para “hacerle un hueco” dentro de tu bandeja de entrada.

Si a mi, por ejemplo, me enviaran constantemente una selección semanal de ofertas de ropa de mujer sin que yo lo hubiera solicitado, esa empresa estaría haciendo de su estrategia de email marketing una acción contraproducente, ya que es posible que ese spam continuado provocara un rechazo hacia esa empresa.

No está adaptado a un público con unos intereses concretos

Es posible que estés suscrito a una newsletter de alguna empresa o blog que de vez en cuando te envíe mails que no te importan en absoluto. Puede ser un fallo puntual por su parte, una lista que no esté bien segmentada y ajustada, un contenido que se sale de los temas habituales y no conecta bien con tus intereses… Seguramente ese email poco interesante no hará que te des de baja si lo habitual es que recibas newsletters muy interesantes de esa empresa.

El problema viene cuando esas newsletters se crean con el único objetivo de bombardear bandejas de entrada, sin pensar en el que está detrás de esa dirección de correo, con un diseño y una redacción común que lejos de lograr su objetivo de interesar a todos los receptores, provoca que no intereses a ninguno.

Del email marketing al spam… Hay un paso

Como en todo, de lo malo también se aprende. Si analizamos todo lo que llega a nuestra bandeja de entrada y no nos gusta, lo podemos aprovechar a nuestro favor para no hacer sentir a nuestros suscriptores lo mismo que sentimos al recibir estos correos tan molestos.

El uso del email como canal publicitario masivo nos ha llevado a muchos a “crear una coraza” ante todo lo que llegue a nuestra bandeja de entrada y huela a spam, publicidad no solicitada o contenido presentado de forma poco interesante.

El email marketing es un extraordinario canal de comunicación con los clientes o suscriptores si no llegamos a dar ese paso que hace que pasemos de fuente de contenido interesante a spammers. La barrera entre ambos es delgada (y cada día más), así que es importante tener en cuenta varios factores para aprovechar a tope nuestra estrategia de email marketing y no superar la barrera del spam.

Frecuencia ajustada a las necesidades del los usuarios

Si quieres conquistar a tu público objetivo con todos los contenidos de tu web o blog, ofertas exclusivas de tu empresa para suscritores, promociones destacadas… tienes que pensar que los usuarios tienen más cosas que hacer en su día a día, además de leer tus mails y que, de la misma forma que tú tratas de llamar su atención, otras muchas empresas luchan por lo mismo.

En esta batalla, la frecuencia del envío de tus newsletter es un factor fundamental para huir del spam. Una frecuencia periódica y adaptada a los usuarios no es garantía de éxito si el contenido no es bueno, pero es un paso importante hacia una estrategia de email marketing efectiva.

Entonces ¿cada cuánto se debe enviar la newsletter? Depende mucho del tipo de organización que utilices, pero una cosa está clara, una calendarización de todas tus acciones de marketing facilitarán el conseguir una frecuencia adaptada para tu newsletter.

Te recomiendo este vídeo porque aporta unas ideas muy interesantes sobre este tema y otros relacionados con el email marketing y cómo crear campañas efectivas.

Si sabes que a la semana escribes dos post siempre y que tu newsletter quincenal con cuatro post funciona bien entre tus suscriptores, mantén esa frecuencia. Creo que es clave espaciar los envíos para tener siempre contenido “fresco” e interesante, pero nunca tanto como para que el usuario se olvide de ti.

Si el usuario quiere recibir algo concreto, no le envíes lo que no ha solicitado

Está muy bien utilizar la persuasión para ampliar tu lista de suscriptores y conseguir que muchos usuarios se apunten a recibir tus contenidos pero, no vale todo.

Imagina que hace unos días te registraste en una tienda online de productos electrónicos para recibir información sobre todas sus novedades en ordenadores portátiles y en sus envíos solo te mandan información sobre lavadoras y frigoríficos (por ejemplo 🙂 ) ¿Cuánto tardarás en solicitar tu baja? Poco, ¿verdad?

Seguramente no querrás que tu mail se vea invadido de promociones que no te interesan para nada y, lo que es más importante, no querrás saber nada de un negocio al que tus intereses no le importan nada. Es decir, una estrategia creada por la tienda online para vender más se ha convertido en una forma de perder potenciales clientes y vender menos.

¿Dónde está la clave? En la segmentación eficaz en listas a partir de los intereses de los suscriptores. Si damos con unos criterios adecuados de segmentación, podremos asegurar a los usuarios que solo les enviaremos aquello que nos hayan pedido, evitando así la sensación de rechazo y spam.

Detrás del envío tiene que haber una persona (y tiene que parecerlo)

Si sois lectores del blog, seguro que me habéis oído (o leído) muchas veces algo sobre lo importante que es encontrar un estilo personal marcado.

Si damos con un estilo propio que el suscriptor distinga rápidamente y asocie a contenido interesante, estaremos mucho más cerca de conseguir una verdadera conexión con el usuario, diferenciarnos del resto de mails que llegan a su bandeja todos los días y huir del spam.

El asunto, el diseño, el lenguaje utilizado, el formato, la frecuencia. Todo comunica y aporta a ese estilo personal tan importante, para recordar al suscriptor que somos nosotros (y no una máquina) quien trabaja para llevar contenido interesante a su bandeja de entrada.

Hasta aquí llega este post. Tenía muchas ganas de escribir sobre este tema porque, supongo que igual que vosotros,  ya tengo bastante con leer todos los correos que me llegan al día y no me hacen ninguna gracia como para recibir cosas que, ni me importan, ni he solicitado.

 ¿Qué factores crees que hay que tener muy en cuenta a la hora de diseñar nuestras campañas de email marketing para huir del spam? ¿Qué sería lo primero que recomendarías a una empresa o blogger que falla es su estrategia de email marketing y se está convirtiendo en el anti-email marketing del que hablábamos antes?

Esperamos vuestras respuestas.

Imagen: Spam via Shutterstock